Número de visitas

I think this blog should be based on...

domingo, 14 de noviembre de 2010

5. Reflexionando sobre la muerte

Algunas veces en la vida no decimos las cosas que queremos decir. A veces uno quiere decirle algo a alguien, pero no se tiene la oportunidad...o no se tiene el coraje. Luego es muy triste cuando esa persona muere y uno piensa en "como me hubiera gustado decirle esto o aquello o lo otro". Pero para entonces ya es demasiado tarde. O quizás no. "Cuando abandones mis sueños sabrás que has muerto. Los gusanos siempre están hambrientos". Vaya uno a saberlo. Lo diré de todos modos. 

No sé si yo mismo puedo afirmar a pulso que estoy vivo o que estoy muerto. Quiero creer que me estoy muriendo con estilo. Vos, en cambio, estás muerta. O eso quisiera yo. Así todo sería mas fácil. Porque no se puede amar u odiar a una persona muerta, al menos no de la misma forma en que se ama u odia a alguien con vida. Y sin embargo, verte con tanta frecuencia me demuestra que no estás muerta. Es eso o "I see dead people". Probablemente ambos estamos muertos y compartimos la misma dimensión. Acaso los dos estamos vivos, pero muertos en vida, "inexistiendo". 

Es misteriosa la muerte. No parece tratarse solamente de ver crecer el pasto desde abajo, o de observar el paso ocasional de los aviones. Se puede no estar vivo sin estar muerto, viviendo como si nunca fuéramos a morir. Empero, desde que nacemos, siempre, incluso hoy, nos estamos muriendo. ¿Te das cuenta? No es que la gente se muera así de golpe. Es que nos estamos muriendo todo el tiempo, hasta que un buen día (¿porqué habría de ser malo?) dejamos de vivir. Puesto que ademas nos maltratamos mutuamente, encima nos estamos matando. Y hasta cuando nos mostramos negligente indiferencia, es un hecho que nos estamos dejando morir. 

"Hazte a la idea de que vas a morir", "¿qué te gustaría hacer antes de morir?", "sólo cuando pierdes la esperanza eres libre para actuar", "las personas a las que quieres, acaban por rechazarte o morirse". Palahniuk no descubre nada, pero es un capo, ¿no crees? Somos completamente inútiles hasta que realizamos que vamos a morir. Sólo la inminencia de la muerte revela la importancia o banalidad de las cosas, todas tan relativas. Sólo la proximidad de la extinción intensifica los colores, olores y sabores, dándole algo de sentido a una existencia que ademas de fugaz, es fútil. 

Pienso ahora en las palabras de otro genio, el de Ubeda: "Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres. Porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren". ¿Te apetece, entonces, morir la vida conmigo? Notá bien, que no es la misma promesa absurda que se hace todo el mundo, "hasta que la muerte nos separe". ¿No se dan cuenta que es la vida la que nos separa? La muerte, en cambio, nos une. 

Y bien, ¿vas a rechazarme o vas a morirte? No estás obligada a responder. Al fin y al cabo ya estás muerta. Pero sería fenómeno que aceptaras, pues no se me ocurre una invitación mas completa, una propuesta mas plena. Jugárnosla por estar completamente vivos antes de estar definitivamente muertos. Porque todos morimos, porque en realidad solo la muerte vive... 

No hay comentarios:

Publicar un comentario